No importa la distancia...

Querida Nieta:

Hoy, después de tanto tiempo que ya no nos vemos, quisiera decirte que, aunque no pueda estar al lado tuyo, acompañándote, aconsejándote y ayudándote como trate de hacerlo siempre, quiero que sepas que desde donde estoy, te miro, te guío, trato de que hagas las cosas bien, trato de llevarte por el buen camino, guiándote con mi mirada y mi amor. Me imagino como estarás ahora, echa una señorita ya, quizás algún novio ande rondando por ahí ¿hablaras rápido ahora como antes? Recuerdo que siempre te decía: ¿Camila quien te corre? Eras tan revoltosa, tan buena nena que me dan unas ganas de abrazarte y demostrarte lo mucho que te quiero y extraño!!!

Se me vienen imágenes de aquella navidad del 92, cuando mi hijo me anuncio que iba a ser abuelo por segunda vez, ya que en la navidad anterior el anuncio fue la llegada de tu hermana, Agustina. Quien, si saco bien mis cálculos tendría 17 años y vos, el 22 estarías cumpliendo tus 16… Que lastima no poder estar ahí con vos…
¿Te acordás cuando te llevábamos a pasear con la abuela? ¿Cuándo íbamos a la feria del libro? ¿o a “la placita del fin gallo” que tanto les gustaba a las dos? Que lindos momentos, cuantas cosas compartimos!!!
Tu primer día de clases de primaria, el viaje a Córdoba en el dos mil, conocimos juntos las sierras con la abuela y tu familia, los actos de jardincito…

Cosas emocionantes, como la llegada de Fede en el dos mil que nos lleno a todos de alegría y entusiasmo, vos estabas celosa al principio pero después obviamente te encariñaste.
Me imagino lo grande que estás, tan loca y sensible como siempre, tan cariñosa y simpática.
Ahora estarás cursando tercer año del secundario, si es que no me equivoco, eso si que es complicado eh, pero doy fe que te esta yendo bien y tenes “sobresalientes” como solíamos decirte con la abuela…
Recuerdo tu bautismo, estabas tan linda, parecías un angelito, MI angelito de la guarda, dormiste durante toda la ceremonia, hasta podría decir que no te diste ni cuenta en el momento en que te mojaron la frente con el agua bendita.
Me imagino que en séptimo, te habrás ido de viaje de egresados a Córdoba con tus amigos y supe que cuando regresaste, al poco tiempo viajaron al Calafate con tus papas y tus hermanos, eso si que habrá sido genial!!!

Debes tener muchos amigos y amigas, siempre fuiste solidaria y te gustaba tener un grupo grande de amigas para charlar y pasarla bien.
Me hubiese gustado compartir tus quince con vos y regalarte un lindo ramo de flores, aunque no pude hacerlo, yo acá cultivo para vos la mas linda de todas, pero “Uno propone y Dios dispone” como quien dice y me toco estar acá y vos allá. Supe que salio hermosa tu fiesta y que la disfrutaste como vos sabes hacerlo, sé que tuviste muchos quinces ya, quizá se te estén acabando, pero lo importante es saber que los disfrutaste… Como en la Iglesia de San Felipe Neri, con tus compañeros donde recibiste tu primera comunión, que hermosa estabas en la fiesta con ese vestido blanco, bailando y compartiendo con tus amigos ese día tan lindo…

Como los extraño a todos, que nostalgia me invade, navidades, años nuevos, pascuas, cumpleaños, de todo vivimos aunque me quedé con ganas de vivir mas cosas con ustedes, porque eso era PASARLA BIEN, eso era felicidad…
Me siento honrado al saber que mi hijo formo esa maravillosa familia que hoy vive ahí con vos, te apoyan, te cuidan y por sobre todas las cosas, te respetan y te valoran, tal como vos te lo mereces.

Espero, nieta, que seas muy muy feliz, que la vida siempre te de cosas lindas y positivas, que sigas por el camino que te lleve a la felicidad, a la alegría, a ese lugar, como dice la frase: “Donde el sol del mediodía no quema, donde las noches de luna llena no te hacen llorar”
Te ame, te amo y te amaré…
Tu abuelo, Alfredo

Camila Esponda